Podemos definir subsidio como una prestación pública asistencial de carácter económico. Se trata de un medio para estimular el consumo o la producción, o de una ayuda que se brinda por un periodo determinado.
Generalmente la aplicación de subsidios específicos al consumo o a la producción de un producto cualquiera, tiene su origen en la intención de los Estados de alcanzar metas sociales, o bien favorecer (por distintas razones) a determinadas personas, actividades o zonas de un país.
Técnicamente podemos conceptualizarlo como la diferencia entre el precio real de un bien o servicio y el precio real cobrado al consumidor de estos bienes o servicios.
Es posible distinguir entre los subsidios a la oferta (que se otorgan a los productores o prestadores de servicios) y los subsidios a la demanda (que reducen lo que paga el usuario). A su vez, los últimos se dividen en:
- Subsidios directos: El Gobierno paga directamente una parte del servicio a algunos consumidores.
- Subsidios cruzados: (entre diferentes usuarios) En este caso la Empresa calcula su tarifa general (que cubre los costos totales) pero no cobra el mismo monto a todos los clientes. Algunos pagan más que el costo real, para permitir que otros paguen menos.
También suele otorgarse desde el Estado a las empresas privadas, con el fin de evitar que posibles aumentos de tarifas lleguen a los consumidores finales de los productos o servicios que ellas proveen, y así proteger la economía regional (principalmente en épocas de inflación).