Para los responsables de Logística de una empresa, cualquiera sea su dimensión, los costos logísticos fueron, son y serán una de sus preocupaciones, ergo dolores de cabeza.
Entre los objetivos, explícitos o implícitos, de la función figura sin lugar a dudas uno relacionado con la reducción de los costos logísticos y son seguramente tema de las reuniones con la Gerencia General o la Dirección.
La incidencia de los costos logísticos en la contribución marginal de los negocios, hace que sean el blanco preferido de todas las gerencias al momento de discutir los resultados.
A pesar de no saber, o no comprender, la estructura de costos que conforman las distintas actividades logísticas, no dejamos de escuchar de nuestros clientes internos que la competencia lo hace más barato, o que quienes han tercerizado lograron excelentes reducciones de costos.
Así, desconociendo los reales factores de desvío en los costos propios, comparados con el presupuesto, los niveles de decisión suelen bajar la línea de una meta de reducción en un porcentaje determinado.
Pero hay que tener mucho cuidado, una reducción indiscriminada de los costos logísticos puede atentar contra la maximización de las utilidades; esto por ejemplo, puede deberse a una reducción del nivel o de la calidad de servicio, que se transforma en una pérdida de venta o de participación en el mercado.
Un alto nivel de calidad del servicio logístico de una empresa es una herramienta de ventas muy importante, debe ser manejada con criterio a la hora de ofrecer ese nivel de servicio a los clientes o se terminará convirtiendo en un costo inmanejable.
Los costos logísticos tradicionalmente representan el 7% de la facturación de las grandes empresas, sin embargo una amplia geografía, la falta de una buena infraestructura y el alto nivel de riesgo pueden afectarlo aumentando en forma significativa dicho porcentaje.
Además debemos considerar, en el caso de las pequeñas empresas, por ejemplo, que pagan por los servicios de transporte y almacenaje mucho más que las grandes, debido obviamente a su menor poder de negociación y volúmenes de operación.
Donde podamos, hay que apoyar el desarrollo del transporte multimodal, de aplicación en muchos lugares del mundo, una acción clave en la reducción de los costos logísticos.
Para poder actuar, sean actividades logísticas internas o tercerizadas, debemos tener muy en claro los costos de los procesos, analizando los recursos necesarios para llevarlos a cabo.
Conocer de donde obtenerlos y trabajarlos para poder analizar las mejoras que los transformen de un problema en una virtud, dejar de verlos como un costo global para ir a un detalle que nos muestre como agregan valor.
Una buena clasificación de los costos nos permitirá detectar en qué sectores las operaciones se realizan antieconómicamente.
El seguimiento es fundamental, y la colaboración interna con los responsables contables nos será de enorme ayuda. Debemos crear indicadores claves que nos permitan determinar las actividades que no generen valor, para actuar en consecuencia.