El término usura es un término que se usa para referirse a los intereses de los préstamos, en general, o cuando los tipos de interés se perciben como desmesurados o excesivamente altos.
Según la cultura y la época histórica de que se trate, la usura tiene distintos significados y consideraciones. Desde hace miles de años, las distintas religiones se han ocupado de esta práctica, en general con grandes críticas hacia la misma.
Ha sido principalmente la Iglesia Católica la que ha condenado el cobro de intereses, censurándolo con el nombre de “usura”
En la India por ejemplo el concepto fue evolucionando hasta la actualidad, y aunque en principio fue condenada, la usura sólo se refiere al interés cobrado por encima de los niveles socialmente aceptados, dejando tanto de ser prohibido como condenado.
La Iglesia Católica por su parte, prohibió hacia el siglo IV el cobro de intereses al clero, regla que luego extendió al laicado en el siglo V. No obstante, fueron apareciendo tanto vacíos en la ley como contradicciones en los argumentos de la Iglesia, lo que provocó una lenta revisión de ideas a favor del cobro de intereses. La práctica de cargar un interés por negocios y préstamos personales, no es, por sí mismo, incompatible con la ética cristiana. Lo que es más difícil de determinar es si el interés impuesto es justo o excesivo.
En cuanto al Islam una escuela de pensamiento islámica que surge en el siglo XIX, sostiene una interpretación diferenciada entre usura —que se refiere a los préstamos para el consumo— y el interés, que se refiere a los préstamos para inversión comercial.