El Pasivo de una empresa está constituido por todas las deudas y obligaciones que tiene con agentes terceros a la empresa. En otras palabras, está formado por el conjunto de recursos financieros obtenidos por la empresa para el desarrollo de sus funciones y por las estimaciones de gastos futuros.
Al igual que los Activos, los Pasivos se dividen según su grado de exigibilidad:
- Pasivos Corrientes: son deudas y obligaciones que se deben cancelar en un plazo no mayor a un año. Ej.: Pago de Servicios
- Pasivos No Corrientes: por el contrario, son deudas y obligaciones exigibles en un plazo mayor a un año. Ej.: Préstamo bancario
El caso más habitual en donde se genera un pasivo es la compra de Mercadería de Reventa, en lugar de abonar el monto de la factura en efectivo, lo que se hace es comprar con diferimiento a Cuenta Corriente generando así una obligación en favor de un tercero (Proveedor). Junto con el Patrimonio Neto el Pasivo completa una parte de la igualdad básica contable:
Activo = PASIVO + Patrimonio Neto.
En lo que respecta a la registración, decimos que aumentan por el Haber y disminuyen por el Debe (es decir, el movimiento inverso del Activo).
Enumeramos las principales rubros de las cuentas de Pasivo:
Pasivo Corriente:
- Proveedores
- Deudas Impositivas (IVA a pagar, Retenciones a pagar, etc.)
- Deudas Sociales (Sueldos, Sindicato, Seguros de Vida, etc.)
- Deudas Varias (Alquileres a pagar, Servicios a Pagar, Anticipo de Clientes)
Pasivo No Corriente:
- Provisiones a largo plazo
- Deudas a largo plazo (Hipotecas por ejemplo)
- Deudas con empresas del grupo y asociadas a largo plazo
- Pasivos por impuesto diferido
- Periodificaciones a largo plazo