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A menudo solemos confundir dos términos que en primera instancia parecen ser similares. Los conceptos a los que hacemos referencia son el de Patrimonio y Patrimonio Neto.
Comenzemos describiendo al primero de ellos, el Patrimonio.
Está Formado por el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que pertenecen a una entidad y se denominan Elemento patrimonial. Entendemos a los bienes y derechos como el Activo y a las deudas y obligaciones como el Pasivo.
Por otro lado encontramos el Patrimonio Neto, que no es ni más ni menos que la diferencia entre el Activo y el Pasivo. Está formado por el Capital, las Reservas, los Resultados (del ejercicio y anteriores) y Deudas con los Socios. Técnicamente podemos definirlo como: Parte residual de los activos de la entidad, deducidos todos sus pasivos. Incluye las aportaciones realizadas, ya sea al momento de la constitución o en otro posterior, por sus socios o propietarios, que no tengan la consideración de pasivo, así como los resultados acumulados u otras variaciones que le afecten.
De allí el siguiente planteo fundamental contable: ACTIVO = PASIVO + PATRIMONIO NETO, entonces, PN = ACTIVO – PASIVO.
