Para poder definir que es la contabilidad comercial primero debemos hacer hincapié en el concepto que da origen a la misma, es decir, la contabilidad. Empezaremos diciendo que es una técnica que se utiliza para producir sistemática y estructuralmente información cuantitativa expresada en unidades monetarias de las transacciones que realiza una entidad económica y de ciertos eventos económicos identificables y cuantificables que la afectan, con el objeto de facilitar a los diversos interesados la toma de decisiones en relación con dicha entidad económica.
La definición a la que hace mención el título de este artículo es un poco más acotado, podríamos afirmar entonces que es aquella que se dedica a la compra y venta de mercadería y se encarga de registrar todas las operaciones mercantiles que se produzcan en una organización.
Como ya sabemos, para poder producir información oportuna y necesaria se necesitan libros contables, como por ejemplo:
- Libros obligatorios: existen tres libros fundamentales. EL primer libro obligatorio es el de Inventarios y Balances. El segundo es el Libro Diario donde se registra en orden cronológico, cada uno de los comprobantes diarios de contabilidad. Por último se encuentra el Libro Mayor, receptor de la información del libro anterior donde se registra el asiento de apertura, los movimientos mensuales, el comprobante de ajustes y el comprobante de cierre.
- Libros auxiliares: son los libros donde se registran en forma analítica y detallada los valores y la información registrada en libros principales; su número depende de las necesidades de la empresa. A este libro se trasladan los valores registrados en la columna de parciales del comprobante diario de contabilidad. Ejemplo: Libro auxiliar de compras y ventas, libro auxiliar de caja.
Los elementos o cuentas que se derivan de las compras son:
- Inventario (Inicial y final)
- Compras
- Fletes y acarreos sobre compras
- Devoluciones y bonificaciones sobre compras
- Descuento sobre compras
- Costo de ventas.