Tras la próxima reforma tributaria 2012, veremos grandes cambios en el sistema tributario del país. Aparecerán impuestos nuevos, como la renta sobre los dividendos que comentábamos ayer, pero también habrá modificaciones de tasas. Es el caso del Impuesto a la Venta o al Valor Agregado (IVA), el cual sufrirá un cambio en la tasa en productos de la canasta familiar como arroz, sal, papa, y carne para pasar a estar gravados con una tarifa del 5%.
De esta manera, se espera que de ahora en más, el IVA mantenga la tarifa general del 16% y establecería una del 5% para los elementos que componen la canasta familiar.
De esta manera, recordemos que tenemos algunos productos como la carne, el queso fresco, la leche y el pescado son bienes exentos, según el artículo 477 del Estatuto Tributario. Estos productos son aquellos que están gravados con una tarifa del 0%, por lo que son responsables del IVA y por ende deben declarar el impuesto.
Por otra parte, tanto el arroz, las papas, los tomates como las hortalizas son considerados bienes excluidos, que no causan IVA; es decir, no están sometidos a dicho gravamen y, por lo tanto, no son responsables de él y no deben declarar. Claramente, en este caso no podremos solicitar como descuento el IVA que se hubiera pagado.
Dichos bienes pueden ser gravados siempre y cuando existan políticas efectivas que compensen la afectación al mínimo vital de las personas que, debido a su condición económica, enfrentarían dificultades.
Productos como la carne, papa y arroz tienen un impacto importante debido a su peso dentro del grupo de alimentos en la canasta familiar. De aumentarse la tarifa a 5% en el arroz, cuya ponderación es de 1,73%, su efecto sería de ocho puntos básicos en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
En cuanto al IVA, el titular de Hacienda dijo que están contemplado tarifas del “16%, una tarifa que se mantiene; otras dos, una probablemente suntuaria y una tarifa pequeña“.