El Arqueo de Caja es una herramienta de control que se desprende del Libro Auxiliar de Caja. Consiste en analizar las transacciones del efectivo, durante un lapso determinado, con el objeto de comprobar si se ha contabilizado todo el efectivo recibido y por tanto el Saldo que arroja esta cuenta, corresponde con lo que se encuentra físicamente en Caja en dinero efectivo, cupones de tarjetas de crédito, cheques, etc.
La operación es simple, se debe considerar el dinero existente al comenzar el día, a esto se le debe sumar las ventas realizadas, restar los pagos, y el resultado de la suma algebraica debe reflejar el equivalente a la cantidad de dinero que tenga en caja.
Aspectos a tener en cuenta para realizar el arqueo:
- El saldo inicial, en ocasiones la gestión se prefiere realizar en base a una misma cantidad de dinero al iniciar el día
- La gestión de pagos, en ocasiones los pagos se realizan con una caja alternativa
- La retirada de dinero al banco al finalizar el día.
- El control de los cobros realizados según los medios de pago permitidos por el local.
En un solo libro existen rayado para el control de entrada/salida, etc. Con relación al libro de control de gastos pagados por caja, se puede emplear por uno de tres columnas: entrada, salida y saldo. Generalmente en las empresas de tamaño chico, a esta estructura de tres columnas se las denomina Planilla de Tesorería.
Es frecuente que en los arqueos de caja aparezcan faltantes o sobrantes, con respecto a la cuenta de control del libro mayor. Estas diferencias se contabilizan generalmente en una cuenta denominada “ Diferencias de Caja”. Se le cargan los faltantes como pérdidas y se abonan los sobrantes como ingresos. Si no se subsanan estas diferencias, al cierre del ejercicio, la cuenta “Diferencias de Caja” se deberá cancelar contra la de “Pérdidas y Ganancias”.