Todavía hay quienes dirimen si es una ciencia, una técnica o una disciplina, a modo de concepto definiremos la Contaduría como la Ciencia y/o técnica que enseña a clasificar y registrar las transacciones financieras de un negocio o empresa para proporcionar informes que sirven de base para la toma de decisiones sobre la actividad.
Si nos referimos al campo técnico, afirmamos que así lo es, puesto que la contabilidad es eso, técnicas de valuación, técnicas de registración, técnicas de exposición, técnicas de administración, etc.
Como disciplina no queda duda alguna de que para llevar adelante un proceso contable necesitamos de ordenamientos en cada una de las operaciones, los hay para la confección de los Estados Contables al existir formas de presentarlos y exponerlos, de una manera predeterminada y homogénea (exceptuada de subjetivismos y maniobras malintencionadas).
Un sistema contable debe tener, sin excepción, cuatro partes que hacen a la integridad y al buen funcionamiento. La primera es la clasificación de cuentas (el nombre de cada cuenta debe responder a su contenido). Luego Registros y formularios de contabilidad (por ejemplo el libro diario). La tercera parte son las normas y procedimientos que debemos respetar para generar cualquier tipo de movimiento o información, y por último, los estados y reportes contables (son el fruto de la aplicación de la contabilidad al comportamiento de las entidades).
Las utilidades principales de la contabilidad son:
- Proporcionar una imagen numérica de lo que sucede en la vida y en la actividad organizacional.
- Registrar y controlar las transacciones de la organización con exactitud y rapidez.
- Fuente variada, actualizada y confiable de información para la toma de decisiones. Proteger los activos de la organización mediante mecanismos que evidencien en forma automática y oportuna la malversación de fondos o sustracción de activos.
- Explicar y justificar la gestión de los recursos.
- Preparar estados financieros.
Para concluir con esta idea general acotamos que existen dos tipos de contabilidad en las organizaciones: la contabilidad patrimonial y la contabilidad de gestión. La patrimonial podríamos resumirla como la que se debe presentar obligatoriamente ante las diferentes autoridades (balance, por ejemplo), en cambio la de gestión se lleva a cabo con fines internos para que sea analizada por la directiva (por ejemplo, incluye presupuestos).